Era la tarde nublada de un jueves de mayo cuando suena el timbre de mi casa. "quién es?" pregunto mientras me acerco a la puerta. Al ver por la mirilla quedé paralizado. Era ella, era la balubi. "Soy yo, puedo entrar?" me contesta con tono burlón. Atiné a consultar a grok pero ya era demasiado tarde

Comments