El señor mayor que vivía encima mía se ha muerto de repente. Se movía con dificultades pero nunca fue óbice para que hiciera su rutina fuera de casa. Su mujer está muy entera y dice que "bueno, es duro, pero la vida es así y hemos de seguir".
Es complicado no creer en el nihilismo.
Es complicado no creer en el nihilismo.
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