Un estadio de futbol es, y no desde hace poco, el lugar a donde se acude a dejar salir al animal que cada uno lleva dentro. Sin filtros, a veces sin límites, donde dejar salir por la boca la miseria y frustraciones internas.
Ahora ese estadio también es virtual, ya se puede soltar el veneno...
Ahora ese estadio también es virtual, ya se puede soltar el veneno...
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Dirigentes y referentes mediáticos le han dado coartada y alas a esas actitudes. Todo vale y el que me quiera poner límites será objetivo doble de este odio.
Un sábado cualquiera, en un campo cualquera de fútbol base, solo un rápido vistazo a las gradas nos haría llorar.