Acurrucados disfrutaban del viejo musical en el televisor. Acarició con deseo los muslos de ella. Acercándose a su oído, le susurró - no puedo acostumbrarme a tu mirada sin tus ojos -. El globo ocular flotaba en su copa, el mismo que no miraría a otro. -¿Te diviertes?- , preguntó. #microcuento
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