Pero claro, eso propiciaba estar jodidamente perdido, sin saber qué hacer. La aventura invitaba a probar todo con todo y a pasear de un lado para otro sin rumbo, solo por el afán de disfrutar del recorrido.
Si estabas abierto a esa experiencia, claro. Si no, es MUY frustrante.
Si estabas abierto a esa experiencia, claro. Si no, es MUY frustrante.
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Era la hostia de injusto. No lo puedo recomendar. El Broken Sword es muchísimo mejor juego.
Pues no.
Resulta que había un apartado para pedir la solución de un videojuego por carta, y cuando pasó un año desde ese atasque tan bestia, dio la casualidad de que alguien consultó lo que necesitaba hacer.
Un árbol random de Suiza.
Para que veáis lo jodidamente complicado que era llegar a la solución por ti mismo.
Y os diré algo: la sensación de victoria, por lograr llegar al final, tras tanto tiempo, fue INCREÍBLE. Jamás he sentido jolgorio igual, con un videojuego.
Quizá por eso le tenga tremendo cariño.
Es algo subjetivo, que no creo que se repita con nadie en la actualidad, sobre todo porque este juego no es que esté superado, es que nació superado.
Los había mejores, mucho mejores.
Y ser el primero, es un grado.
Sin él, no sé si habría descubierto el resto. Seguramente sí, pero no habría sido lo mismo, obviamente.
PD: Oh, no puedes matar el amor. Los cuatro nos observan. Y no perdonan. Y no olvidan. ¡YaAaAa lo sabes!