« mantenerse allí. Todo el mundo se iba. Era su culpa. No era una persona cerca de la que uno quisiese pasar más tiempo del necesario... Y aún así estaba resentido por aquella soledad.
— No sé como hacer lo que me pides... No tengo ni la menor idea... Tasha.
Pero si se te ocurre algo dimelo. —
— No sé como hacer lo que me pides... No tengo ni la menor idea... Tasha.
Pero si se te ocurre algo dimelo. —
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Nada... No tienes que hacer nada, cariño.
—Dio un par de pasos más.—
Lo tengo que hacer yo, tengo que dejarte... entrar en mi vida.
—Bajó la cabeza hasta apoyarla con suavidad sobre el hombro ajeno. La idea +
En cuanto a la compatibilidad con mi trabajo... Bueno, déjame hablar con Yelena, ya verás como algo se nos ocurrirá.
Y soy muy malo con eso. Haré lo mejor que pueda. Paso a paso. —
Murmuraba más para si mismo.
Eventualmente rompió el silencio tras estar a su lado unos instantes en silencio.
— ¿He arruinado la cena o sigue en pie? No quería que fuese incómodo. —
No, pero nos van a cerrar a este paso.
—Se sacudió la chaqueta antes de empezar a andar.—
Vamos, anda. Además, tienes que probar el pato pekin.