Se me ocurren muy pocos casos de una distorsión del pasado (seguro que involuntaria) tan fantasiosa como esta carta a la directora. Invita a una reflexión profunda sobre lo estafadora e indulgente que es nuestra memoria con nosotros mismos.
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Qué pena que hoy te veas obligada por el gran hermano a no poder coger un libro o salir a dar una vuelta y tomarte una cerveza fresquita cuando te da la gana...
No creo que sea maldad,ni estupidez,creo que nos enfrentamos a la ansiedad del cambio y de la pérdida como podemos y hay gente que lo hace de forma reactiva,que le cuesta más meterse en la piscina y el tiempo no para y no es más amable con ellos.Yo prefiero animarles a meterse mejor que corregirles
Entiendo que ahora nos podemos comunicar con mucha más gente but mientras en el mismo sofá no nos hablamos.
Lo de enviarse whatsapps entre personas que están al lado ya es tema aparte.
Y no solo eso, que también, encima nos manipulan o lo intentan y nos tienen cabreados la mayor parte del tiempo por lo que recibimos. También hay buenos momentos, no lo olvidemos.
Las redes nos permiten comunicarnos, pero no nos relacionamos tanto como creemos.
Es que es verdad. En este caso si que “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Hay pocas cosas peores para el cerebro que pasar tiempo en redes sociales. Y te lo dice alguien muy familiarizado con los algoritmos de instagram y Facebook 😥😥
Leer? No sé de qué hablas Pedro. Pasear o echar un tute después de comer era 1000 veces mejor que estar viendo reels. Hazme caso que sé qué reels te hacen ver 😜
Claro, porque tú no eres referente ni muestra realista de la actividad que la mayoría de los jóvenes de hoy tienen. https://www.netflix.com/us/title/81254224?s=i&trkid=0&vlang=en esto se ha quedado obsoleto. Hoy en día es aún peor. El artículo no habla de ti 😜
Supongo que antes de que aparecieran los móviles había aprendido a tocar 3 instrumentos y había leído Los Episodios Nacionales al menos un par de veces.
Yo lo que recuerdo era ver tele,mucha tele, cualquier cosa, releerme los libros que había en casa porque no estábamos para dispendios y aburrirme mucho. Me relaciono mucho más ahora que antes de los móviles.
Yo recuerdo a mi padre cuando yo era niño, que era un hombre del renacimiento, dividía su tiempo entre la horticultura, la lectura (sólo ensayos acerca de la metafísica) y tocar música barroca alemana del siglo XVIII (todo menos Bach, quién, por algún motivo, le estomagaba)
Pues mis alumnos de secundaria y bachillerato se dedicaban entonces a la play y luego a Crónicas Marcianas. Si llegaban a clase, había que despertarlos
A un campesino, a una mujer, a un preso, a un homosexual, a un discapacitado, a una persona racializada, a un anciano, a un enfermo… En realidad, los únicos a los que les cuesta ver lo obvio es a los hombres heterosexuales blancos del primer mundo.
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Lo de enviarse whatsapps entre personas que están al lado ya es tema aparte.
Las redes nos permiten comunicarnos, pero no nos relacionamos tanto como creemos.
Menos mal que a mis mayores, cuando me decían lo mismo, les hacía el mismo caso que nos hacen ahora los jóvenes.
Posiblemente un pelín más, porque la especie evoluciona.
🤣🤣🤣