¿Acaso el presidente Petro tiene que pedirle permiso para sus nombramientos a los mismos que nombraron a Salvador Arana, condenado por paramilitarismo y homicidio agravado como embajador en Chile? ¿O a los que nombraron a Fernando Sanclemente, investigado por narcotráfico, como embajador en Uruguay?
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* No es un buen ejercicio andar comparando a un narco con un misógino.
La derecha y los tibios van a explotar cualquier nombramiento aprovechando el historial, cierto o no.
Termina siendo una falla estratégica que afecta a todo el proyecto político.