En el mes que estuve en una casa en concreto, no pasaron la aspiradora ni una vez. Y toda la casa era suelo de moqueta, cocina y baños incluidos. Una moqueta que te llegaba hasta las rodillas.
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Yo recuerdo perfectamente el día que se les cayó la taza de té en el sofá y en vez de limpiarlo o hacer amago de ello dieron la vuelta al asiento de sofá y listo, todo solucionado. Trabé muy buena amistad con aquella familia, que me invitaron después varias veces, pero madre mía lo de la no-limpieza
Tb tengo que decir que la cosa más rara que me ha pasado nunca es que otro verano me dieron una beca, me enviaron con otra familia inglesa y en aquella casa ¡se comía bien! Yo que vi un frutero en la cocina y una botella de aceite y todo LIMPIO no me lo podía creer. Qué bien cocinaba aquella abuela.
Era como estar en un libro de "Los Cinco" donde se pasaban el día comiendo cosas ricas... dicho esto, ¿es o no es el mayor engaño de nuestra infancia el que Enid Blyton nos hiciera creer que en Inglaterra se comía bien?
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*gesto de acariciar un perro grande