Hoy hablamos de Julio Cortázar, el gigante bizcocho de la literatura latinoamericana oriundo de Mendoza que con sus letras desarmó la realidad como un cubo Rubik. Verán su mundo de realismo fantástico en esta búsqueda de la Máxima Verdad
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Nacido en 1914, Cortázar es un pilar del Boom Latinoamericano. Explorador incansable de lo insólito, surreal, inasible. Su obra es una invitación a ver que, entre lo cotidiano, se esconde lo mágico. Una perspectiva sumamente hagovera que mitifica hasta lo más vulgar
"Rayuela", es el desafío final a la linealidad. Un juego literario que lleva al lector a elegir su propio camino, cuestionando así la estructura narrativa y, quizá de la vida misma. Una oda al libre albedrío.
En cada página, Cortázar sembró semillas de la verdad: ese impulso por ir más allá de lo evidente, nos enseña que la literatura no es solo para contar historias, puede también desmantelar tus certezas y buscar lo que yace detrás de la apariencia.
¿Cómo habla de la vida? Para Cortázar, la existencia era una amalgama de ironía y profundidad. Como buen hagovero adelantado a su tiempo, sabía que en lo absurdo y en lo lúdico había claves para entender el mundo.
En cuentos como "La Casa Tomada" o "Bestiario", lo cotidiano se retuerce y desborda, jugando con lo familiar, lo inquietante puede estar a la vuelta de la esquina.
“La explicación se va por un agujero cuando aparece el verdadero poema”
Las respuestas no importan, sino la pregunta, la inspiración.
Hoy, más que nunca nos inspira a "embellecer la existencia" y desafiar las estructuras mentales impuestas. En un mundo que pide certidumbres, nos gobiernan algoritmos y el realismo mágico es soberanía cognitiva
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“La explicación se va por un agujero cuando aparece el verdadero poema”
Hoy, más que nunca nos inspira a "embellecer la existencia" y desafiar las estructuras mentales impuestas. En un mundo que pide certidumbres, nos gobiernan algoritmos y el realismo mágico es soberanía cognitiva