CRÓNICA | "Por los amigos, lo que sea. Ana Rosa volvía el lunes al horario matinal y necesitaba toda la ayuda posible. Con el fin de devolver los favores recibidos, Ayuso la acompañó para ofrecerle una historia fantasmagórica"

Alguien ha pinchado el cerebro de Ayuso. Por Iñigo Sáenz de Ugarte

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