Mi mamá le decía cielo a mi papá de cariño, su mote amoroso. Mis sobris más chicos pensaban que ese era el nombre o apelativo de mi papá y empezaron a decirle Cielo también. Pronto mi papá se convirtió en Cielo, universalmente. Hasta en mi delirio le traje un suéter color azul cielo.
Y acá: cielo.
Y acá: cielo.
Comments