El “Conmigo no, Barone”, quizás sintetiza en parte esa tremenda personalidad. Es un ojito, respetá los rangos.
Una mujer que se formó desde el “no entender” y eso la convirtió en maestra de tantxs.
Dijo lo que quería, sin importarle si resultaba antipática o no.
Hasta siempre, Beatriz.

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