insistieron en que no había provocación por parte de los manifestantes.
De repente, los allí reunidos empezaron a escuchar disparos provenientes del exterior. Se rompieron los cristales, se lanzaron botes de humo, y la gente empezó a salir corriendo.
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De repente, los allí reunidos empezaron a escuchar disparos provenientes del exterior. Se rompieron los cristales, se lanzaron botes de humo, y la gente empezó a salir corriendo.
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Los allí congregados empezaron a huir, por la calle Fermín Lasuen, en dirección opuesta al Parque del Norte.
Acudieron a refugiarse en los pisos de alrededor. Los vecinos de Zaramaga, la mayoría de ⬇️⬇️
La Policía no dejó de disparar hasta haber disuelto toda la concentración.
Una vez desalojada la Iglesia, decenas de vitorianos
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La conmoción fue total en la ciudad, que tras el shock inicial se dirigió en masa hasta la Clínica Arana para
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Durante esa noche, llegaron a Vitoria todavía más refuerzos policiales de esas mismas provincias,⬇️⬇️
Pero no lograron evitar el multitudinario funeral a los asesinados. Toda la ciudad, sin miedo, se echó a la calle para arropar a los asesinados, quienes
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Durante los meses siguientes, la tensión en Vitoria fue enorme. Baste como ejemplo que, ese año, los Blusas no salieron en La Blanca, Celedón Isasi se negó a salir y tampoco hubo tamborrada.
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