javierbardon.com
Profesor, psicólogo, peatón. A ratos escribo.
Uso 🦋 para informarme y opinar sin apestar la tierra.
📍 Alcalá de Henares
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Efectivamente
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Pues sí, una gran verdad.
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Tiendo a compartir tu pesimismo, Laguna. El interior de la M30 es un búnker corrupto y retrógrado
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Gracias por los ánimos porque sí, es desesperante...
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Eso sí, pero no debe ser fácil mantener al sistema controlado y paniaguado... Todos a una
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❤️😻💨⛱️ Saludos playeros, Papa!!! 🤗☀️
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Hay mucha inteligencia en esa forma de actuar, solo que retorcida...
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Y por la historia sabemos que eso no conduce a nada bueno...
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Buen día, @iarribas.bsky.social !!!
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Pues sí, así debería ser. Si no es, es porque a la derecha le interesa tensar siempre la cuerda, como en la segunda republica.
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En salud mental, en calidad democracia y en que la gente se acercara a la política de una forma más amable
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Suscribo tus palabras!!! 🤗
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Ojalá!!! 🙏
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Yo también lo dudo
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jjajaaa, cómo sois... siempre arrimando el ascua a la sardina. 😂
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Ciertamente había mucho de eso. También había una cierta democracia cristiana, equiparable a la europea, que ha sido barrida del mapa.
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Más tarde o más temprano, se estrellará contra su propio personaje». (41/41)
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Hay en todo esto un método: una forma de actuar.
El problema más grave que tiene Ayuso es ella misma: su infinita imprudencia. Se siente impune y actúa como tal. Circula por la política a toda gas y acabará saliéndose en una curva. (40/41)
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Ayuso se libró del caso de su padre, y el pufo que dejó en Avalmadrid. Después del de su hermano, esa comisión que se llevó por un contrato a dedo de la Comunidad de Madrid y que le costó el puesto a Pablo Casado. Y ahora tiene en los juzgados a su pareja. (39/41)
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Si Begoña Gómez hubiera hecho la mitad de la mitad de lo que ya está probado en el caso de la pareja Ayuso… imagínate qué habría hecho el juez Peinado. Pero cada vez tengo más claro que la líder de la extrema derecha española acabará mal. (38/41)
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Pero si después te cae una segunda condena, aunque sea menor, esos antecedentes penales te pueden llevar a prisión.
Y sí, Ayuso juega en casa cuando va a los tribunales de Madrid. (37/41)
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Ya no quiere confesar los dos delitos fiscales y la falsedad documental a cambio de una condena menor: tener abierta esta segunda investigación judicial complica esa salida. Una pena pequeña a cambio de reconocer los delitos es un buen trato si no tienes más causas pendientes. (36/41)
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Camino –oh, casualidad– era consejero de la empresa que compró ese material sanitario, que hizo posible ese pelotazo.
El defraudador confeso, además, no ha podido cerrar el acuerdo de conformidad que ofrecía su abogado. (35/41)
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¿Sus únicos activos? Dos máquinas de depilación usadas y un viejo portátil.
La Justicia sospecha –los indicios son claros– que ese precio desmesurado fue la forma de repartirse con Fernando Camino parte de la comisión de dos millones. (34/41)
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Y al lado de su farmacia, en el local contiguo, tenía un pequeño centro de estética.
La sociedad limitada que regentaba ese local nunca fue un gran negocio. Facturaba apenas 30.000 euros al año. Es la empresa irrelevante por la que Alberto González Amador pagó medio millón de euros. (33/41)
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Ella es el eslabón más débil de esta cadena, la mujer de Fernando Camino, el directivo de Quirón que tantos negocios comparte con Alberto González Amador.
Gloria Carrasco es farmacéutica. Hija de farmacéuticos, de León, de toda la vida. (32/41)
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Este viernes, mientras Ayuso montaba su numerito –tal vez por ese motivo–, se conoció que el juzgado que instruye esta denuncia había llamado a declarar como imputada a Gloria Carrasco. (31/41)
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elDiario.es.
En la otra, está imputado por corrupción en los negocios. Después de embolsarse una comisión de dos millones por la compraventa de mascarillas durante la pandemia, pagó medio millón de euros a un directivo de Quirón –fue otra exclusiva de elDiario.es–. (30/41)
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En una de las causas por las que ya está a un paso del banquillo, Alberto González Amador está acusado de dos delitos de fraude fiscal y otro más de falsedad documental. Por colar 1,7 millones de euros en facturas falsas con las que defraudó 350.000 euros, como desveló en exclusiva (29/41)
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Pero, por primera vez, los tribunales están escuchando a las víctimas.
La situación judicial de su pareja, el defraudador confeso, tambiése ha complicado. Tiene dos frentes abiertos. (28/41)
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Está nerviosa, y mucho. Son varias las malas noticias que la incomodan.
Los juzgados –por fin– están investigando las 7.291 muertes en las residencias de Madrid. Va lento, va tarde y no tengo muchas esperanzas de que llegue a buen puerto. (27/41)
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Puede que la chulería de Ayuso sea rentable electoralmente en Madrid –ya veremos, porque su disparatada actuación está desbordando muchos cauces–. Pero sin duda resta votos al PP en otros territorios. Y hay mucha España más allá de la M-30.
Pero Ayuso no solo está desatada. (26/41)
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Cohesiona a la siempre inestable coalición de investidura. Moviliza a todos esos votantes –son muchos– que detestan a la Trump de Chamberí. Y daña la imagen de Feijóo, de nuevo incapaz de frenarla. (25/41)
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La estrella en la alfombra roja, siempre la protagonista. Este viernes, también a costa de su propio partido.
La jugada de Ayuso es nefasta para la estrategia del PP. Lo aísla de posibles socios parlamentarios, de Junts y el PNV. Desbarata la posibilidad de una moción de censura. (24/41)
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Pedro Sánchez ofrecía triplicar la inversión pública y asumir el 60% del coste. ¿Qué hizo el PP? Reventar la cumbre llenando la agenda de temas sin consenso ni competencias autonómicas. Por supuesto, hablar de okupas.
Sobre ese nivel, tan deplorable, Ayuso logró doblar la apuesta. (23/41)
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Dice Ayuso que no hace falta “un pinganillo para tratar aquí los problemas de los españoles”. Como si la culpa fuera del idioma, y no del sabotaje sistemático de la derecha a cualquier pacto.
Sobre la mesa estaba la vivienda, sin duda el mayor problema de España. (22/41)
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Me habría encantado, lo confieso, que el rey Felipe hubiera empleado en su discurso el euskera, el galego o el catalán, como ya ha hecho en otras ocasiones. ¿Se habría levantado Ayuso en ese caso? (21/41)
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Después Ayuso reventó la cumbre, y también la estrategia de Feijóo. Es ridículo que te vayas indignada porque un lehendakari utilice el euskera. Es aún más patético que regreses a la reunión mientras el presidente de la Xunta, de tu partido, está hablando en galego. (20/41)
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Lo hizo con mentiras: la líder de Más Madrid jamás la ha llamado “asesina”. De todos los presentes en esa cumbre, nadie ha insultado tanto a sus rivales políticos como lo hace Ayuso, la misma que ahora se presenta como víctima. (19/41)
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Basta con ver lo ocurrido en esta última Conferencia de Presidentes, donde Ayuso se comportó como lo habría hecho Alvise.
Primero Ayuso se negó a saludar a la ministra Mónica García antes de arrancar la reunión. (18/41)
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Basta comparar la evolución de Feijóo, de aquella vieja promesa de una “política para adultos” al actual discurso sobre “la mafia” –buena parte de su supuesta moderación siempre fue pura propaganda, pero antes disimulaba mejor–. (17/41)
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España no es Madrid –como hoy escribe José Precedo–, pero el poder de la corte distorsiona todo el debate político. La influencia ultra del PP de Madrid irradia al resto del partido. (16/41)
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máquina de propaganda dirigida por un periodista señalado en los papeles de Bárcenas por haber cobrado de la caja B del PP? ¿Qué liberal pone en cuestión la legitimidad de las urnas, y al presidente elegido por el Parlamento? (15/41)
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Se definen como liberales. Es una enorme impostura. ¿Qué tiene de liberal repartir dinero público entre los medios afines, amenazar con “triturar” a los periodistas molestos, insultar a los rivales políticos, banalizar el fraude fiscal o convertir la televisión autonómica en una burda (14/41)
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Ayuso no solo cuenta con la eficacia del exabrupto y el eslogan directo. También con un ejército de medios madrileños que le ríen cada gracia, que justifican cada exceso, que tapan sus escándalos, al tiempo que exigen a los demás un rasero que para ella nunca aplican. (13/41)
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La diferencia es que Trump, en Estados Unidos, tiene a la mayor parte de la prensa en contra. Aquí es justo al contrario.
El embrujo de Ayuso funciona como un rodillo porque además emite en distintas frecuencias; una supuesta intelectualidad institucional lo blanquea. (12/41)
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“Atacar siempre, insultar, nunca disculparse y jamás admitir una derrota”. Son los consejos que le da un asesor a un joven Donald Trump en la película ‘The Apprentice’. Es también la estrategia que aplica Ayuso. (11/41)