Vamos a menear esto de Sergio también por aquí. Yo también estoy harto del asunto de la calificación. Lo del socioafectivo es que no tiene nombre: es ejemplo claro de algo que se tiene que evaluar (Y TOMAR DECISIONES DIDÁCTICAS) pero no calificar. De hecho, si lo calificas seguramente la cagues.
Reflexiones curriculares:

[1] La calificación que todo lo come.

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